Para garantizar una visión exacta de todo el stock en cualquier momento, el inventario permanente resulta adecuado conforme al art. 241, apdo. 2, del HGB. El registro del inventario se distribuye durante todo el ejercicio en este caso. Un inventario permanente exige un sistema que recalcule y actualice la entrada y salida del stock de almacén.
El inventario permanente comienza con un registro de inventario físico en cualquier momento seleccionado. Sin embargo, los documentos procesados de manera continua, como el libro de almacén y la documentación verificable de todas las entradas y salidas, deben ser rigurosos.
El stock de almacén de cada una de las mercancías se registra siempre con un fichero de almacén en este proceso de inventario. Así tendrás información exacta en todo momento del stock de almacén. Este fichero de almacén se crea para cada artículo al principio del inventario permanente. Se registran el tipo, cantidad y valor de cada artículo. A partir de entonces, se documentan todas las entradas y salidas en el libro de almacén y se anotan en el fichero de almacén.
Aparte del inventario contable continuo, se debe efectuar también un inventario físico durante el ejercicio. Eso sí, a diferencia del inventario a día fijado, el inventario permanente se puede realizar en cualquier momento. Se recomienda esperar a un momento adecuado, por ejemplo, cuando el inventario o los pedidos son escasos o cuando hay menos interacción con los clientes.
En resumen, la ventaja del inventario permanente consiste en que el registro del inventario puede realizarse de forma parcial y no tiene que llevarse a cabo de una sola vez. En la práctica, las existencias se cuentan en el día a día laboral y así se reduce el enorme coste de tiempo del inventario a día fijado.