En un principio, las empresas que quieren introducir un sistema de transporte se plantean cómo podría ser la solución óptima para el flujo de materiales. Sobre esta base, se pueden elegir los medios transportadores más adecuados y el sistema de transporte apropiado. Si bien el término «medio transportador» se refiere a un tipo específico de vehículo de transporte, como un toro o una carretilla elevadora, el término «sistema de transporte» describe la combinación holística de un vehículo o una tecnología para el transporte físico de mercancías y una solución de software que permita controlar dicho sistema y recopilar información digitalmente. En el contexto industrial, un sistema de transporte puede utilizarse para realizar todas las operaciones de transporte interno, desde el transporte de bienes y mercancías hasta el de personas. Esto hace que el transporte, junto con el almacenamiento y el trasbordo, sea uno de los tres procesos más importantes de la intralogística.
Las funciones de un sistema de transporte en la intralogística son evidentes: transportar mercancías dentro de la empresa, como palés, cajas o contenedores, al lugar correcto en el momento preciso. Dependiendo de las circunstancias y las necesidades de la empresa, estos traslados se realizan de forma automatizada o manual, mediante transportadores continuos o discontinuos. Gracias a las modernas soluciones de software y los medios de transporte existentes en el mercado, actualmente los procesos intralogísticos pueden adaptarse en cada caso. En particular, aspectos como la automatización, el alto grado de flexibilidad y la gestión inteligente de los medios transportadores, con rutas optimizadas, son la clave para que la empresa siga siendo competitiva.